NOTICIAS DE UN CANCIO

Author: Alberto Cancio García /

Por romper rutina el cielo, ocurrido ha lo más curioso si aún quedaba.

Hoy, a 23, mes de Octubre, un hombre manso, con aspecto de escritor entreverado con soldado o espadero, se ha colado en la taberna demandando referencia de Alejandro de Gamaza. Yo soy, dicho he, y tras verme el tatuaje y remirarme como a un Cristo revivido, tendido me ha un sobre sin sellado.

De principio no creía los papiros, pero eternos son los bulos para dar tiempo a creerlos:





































No me hallo en esto, en después de tantos años.

TABERNA LA HISPANIOLA

Author: Alberto Cancio García /

Yo soy el gaditano don Alejandro de Gamaza, joven, afilado e instruido. Músico selecto de la Corte y a la vez frecuentador de burdel sucio.


Nascí y me crié en esta ciudad a más hermosa, y della entiéndenme la aristocracia y los mendigos por igual, pues a unos toco pulcro el manto con mi arte, y a los otros doy asilo. Citado me hallo un día al mes en el Castillo de la Villa, donde ensayo sendas piezas musicales, las más clásicas, y regento de otra parte la afamada Hospedería La Hispaniola, ques también una taberna confortable y de buen vino.


Nueve años ha que en esta doble vida me sostengo, la una por vivir acomodado y la segunda por prestar con mis servicios buen auxilio al contrabando. El hueco que me dejan estas dos, ese, es únicamente para vos, que entretanto, disculpadme, sólo sois lector.

Las jornadas más nocturnas quieren verme de amanuense, recogiendo en la taberna los coloquios que de gracia tienen algo para el mundo. Yo no sé, no he saberlo, el porqué.
Que no soy tan loco amante de las letras, ni tan sincero. Mis plegarias son la música, y otro poco las mujeres. Pero el mundo, sus saberes, ¡por amor que lo descuido!, y es la sola inspiración la que me obliga a transcribir como en un sueño.


Así, de las mil que hay de maneras, yo pervivo. Y es azar que estos escritos lleguen sanos al olvido, como azar también será que los leáis y disfrutéis como los tontos y los niños.

Es del todo una cuestión de andar el tiempo.